El aloe vera, o sábila es un arbusto de la familia de las liliáceas propio de zonas cálidas. Es una de las plantas medicinales más antigüas, se utiliza desde tiempos inmemoriales hasta hoy en día por sus propiedades beneficiosas en salud, belleza y bienestar. La planta de aloe está compuesta por unas hojas carnosas con espinas, en cuyo interior se encuentra el gel de aloe, que es como una especie de gel viscoso blanquecino.El gel de aloe se extrae al cortar la hoja ejerciendo presión. Al ser una planta bastante resistente es sencillo obtenerlo en cualquier momento si tenemos una planta en casa. Hoy en día podemos conseguir gel de aloe en cualquier farmacia o tienda natural, también la podemos encontrar en forma de polvo seco, cápsulas, cremas o ungüentos. Además este gel contiene minerales y una sustancia llamada acíbar, rica en vitamina B12.
En dosis regulares y pequeñas, puede ser un remedio para la diarrea y las flaturencias, ya que actúa sobre la flora intestinal aumentando su metabolismo y permitiendo una mayor digestión de los alimentos. Además contiene sustancias antimicóticas que impiden las infecciones por hongos y los procesos activos de la planta ayudan a fortalecer nuestro organismo mediante la formación de nuevos anticuerpos.
El aloe se puede aplicar de forma tópica, sobre la piel. Tiene efecto cicatrizante, antinflamatorio, astringente, sedante y calmante por lo que ayuda a eliminar pequeñas heridas y arañazos. También tiene la propiedad de ser además un antiséptico y eficaz para el tratamiento de numerosas afecciones: úlceras, calambres musculares, picaduras de insectos, pruritos, psoriasis, herpes y quemaduras.
Por sus efectos reparadores e hidratantes, también es utilizada ampliamente en el mundo de la cosmética. Así mismo también se pueden hacer cremas o mascarillas caseras para mejorar el aspecto de la piel.
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