jueves, 24 de octubre de 2013

El ajo ya no solo repele a las meigas

Desde tiempos inmemoriales se han asociado los ajos a la repelencia de las meigas. Cuando alguien creía tener cerca a uno de estos seres, se metía una cabeza de ajos en un bolsillo para así tener a la meiga alejada y evitar sufrir sus hechizos. También se llevaba una cabeza de ajos, o un simple diente, en el bolsillo, cuando alguien te tenía envidia. En estos casos,
el ajo, funciona a modo de amuleto protector.


Cabezas y diente de ajos
Sacando estas técnicas, antiguas, relacionadas con el espiritismo, la santería y la brujería, típicas, sobretodo, del noroeste de España, el ajo, es un gran desconocido para muchos de nosotros.

Odiado por la mayoría de la gente debido a su fuerte y penetrante olor es un alimento muy utilizado a nivel gastronómico para aliñar y sazonar ciertos platos. Pero su uso no queda relegado al ámbito de la cocina sino que ya en la antigua Grecia, este alimento, era usado por sus propiedades medicinales.
Los griegos eran grandes conocedores de las propiedades de este vegetal y se lo daban a los soldados antes y después de las batallas para curar las posibles dolencias que estos tuviesen, ya que los ajos tienen propiedades antibióticas.
Por otra parte, los egipcios lo consideraban un potente afrodisíaco y en zonas de oriente medio y oriente próximo, los ojos eran utilizados para oxigenar el cuerpo y fortalecer el sistema inmunológico.

Como podemos observar, y para ir abriendo boca, ya hemos conocido los usos que, los antiguos, le daban al ajo y observamos que van desde el uso como amuleto hasta el uso como afrodisíaco, pasando por el uso como fortalecedor inmunológico y antibiótico.


Actualmente son otros los beneficios que se le otorgan a la ingesta de ajos, pese a que donde hubo fuego quedan rescoldos, y es posible que en algunas zonas, de arraigada tradición, los ajos se sigan usando como amuletos o afrodisíacos.
En los tiempos actuales los usos médico que se asocian a este vegetal son:

  • MEJORA EL SISTEMA CARDIOVASCULAR
El ajo ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre y produce una mejoría del sistema cardiovascular a nivel general. Esta acción es producida porque, el ajo regula la producción de colesterol por parte del hígado y además incrementa las HDL (colesterol bueno) reduciendo las LDL (colesterol malo).
En lo que al sistema cardiovascular se refiere, una vez que el ajo penetra en nuestro organismo produce una vasodilatación de todos los vasos, favoreciendo la circulación sanguínea y ayudando a prevenir problemas como la arterioesclerosis.

  • SE TRATA DE UN ANTIBIÓTICO NATURAL
Como podemos comprobar, los antiguos griegos no se equivocaban nada. Conocían a la perfección las propiedades del ajo y sabían que combatía a los microorganismo que se introducían en los soldados.
Actualmente se sabe que el ajo actúa frente a ciertos microorganismo que son resistentes a los medicamentos.

Tenia intestinal
  • PRESENTA PROPIEDADES ANTIPARASITARIAS
Los ajos combaten contra parásitos de la talla de la tenia, limpiando los intestinos y creando un ambiente hostil para el desarrollo de estos helmintos.

  • POSEE ALTOS CONTENIDOS VITAMÍNICOS
Este vegetal es una importante fuerte de vitamina A, B1, B2 y C. Esto quiere decir que nos ayuda, por ejemplo, a mantener más joven, fuerte y saludable la piel, mejorar la vista y prevenir afecciones respiratorias. También posee propiedades antiinflamatorias y es un gran aliado para combatir resfriados y para prevenir la gripe.

Gripe

 

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