En cuanto al tamaño pueden medir unos cuantos centímetros o incluso alcanzar los 3 metros.
Para moverse realizan la contracción y relajación de sus fibras musculares, pero como llegan a nuestras costas es porque las arrastran las corrientes marinas. Alrededor de su borde tienen colgados numerosos tentáculos y estos presentan cnidocitos, unas células encapsuladas llenas de un líquido urticante y que al menor contacto con la piel reaccionan.
Viven normalmente donde el agua es cálida y salina y rica en plancton, pero en los últimos años existe una gran proliferación de medusas en nuestras cuestas debido a algunos factores como:
- Cambio climático
- La sequía produce que se reduzca el aporte de agua dulce al mar, por lo que en las costas aumenta la salinidad
- La sobrepesca que acaba con los depredadores de las medusas, como el atún, el pez espada o las tortugas
Debemos saber que cuando la medusa está muerta, la picadura todavía puede efectuarse. La picadura suele provocar:
- Un dolor intenso e instantáneo que recuerda al de una quemadura
- Picor
- Edema
- En algunas personas, naúseas, vómitos, diarrea, espasmos musculares, reacciones alérgicas...
La intensidad con la que aparecen los síntomas varían dependiendo de la zona que afectan.
Remedios naturales
Lo primero que debemos hacer es lavar la zona con agua salada, sin frotar. A continuación se aplica alguno de estos remedios.
- Colocar hielo en la zona durante unos 15 minutos con hielo envuelto plástico o cualquier cosa que impida el contacto directo
- Aplicar coca-cola fría sobre la picadura. Sus componentes alivian la picadura de medusa
- Vinagre de manzana diluído en un poco de agua
Consejos
- No bañarse ni andar descalzo por la playa si hay medusas
- Fijarse en las banderas que indican su presencia
- Aplicar crema solar, ya que reduce el contacto con las medusas
- No tocar las medusas muertas ni sus fragmentos
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