miércoles, 23 de octubre de 2013

Zumo de limón

El limón provoca una alcalinización del organismo, lo cual resulta conveniente a las personas que siguen una dieta rica en carnes o proteínas, ya que producen exceso de residuos ácidos como el ácido úrico.

Al variar pH, que es el grado de acidez o alcalinidad, hacia la alcalinidad en la sangre y en la orina se facilita la disolución y la eliminación de los sedimentos úricos de los riñones y de las articulaciones. El zumo de limones es muy recomendable para las personas que tienen cálculos renales, gota o artritis, así como para todos aquellos que deseen depurar su sangre y mejorar su salud.



Una cura de limones debe realizarse bajo control médico, ya que se trata de un tratamiento. Está contraindicada en pacientes con insuficiencia renal, anémicos, en los que sufren descalcificación osea, en niños y en ancianos.


Las pautas que se deben seguir son, el primer día tomar el zumo de un limon diluido en agua media hora antes de desayunar. Cada uno o dos dias que vayan pasando, se toma un limon más hasta llegar a la cantidad de 7 o 9 al día. A partir de este momento se va reduciendo la dosis al mismo ritmo, hasta tomar de nuevo un limón al día. Después de esto se descansará una semana y se repetirá si es preciso.


Los citratos impiden la formación de cálculos renales y facilitan su disolución. Esto ha sido comprobado científicamente tanto con cálculos de urato como oxalato, que son los dos tipos más frecuentes.


A manera preventiva se puede tomar el zumo de limón diluido con agua, endulzado con miel y con pajita, de manera que el contacto con la dentadura sea mínimo y así impedir el daño del esmalte dentario. Para la mayor parte de las aplicaciones es suficiente con tomar hasta tres limones al día.



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