Alcachofa

La alcachofa es una importante fuente de vitamina B y ácidos como el cafeoilquínico, linoleico, oleico, pantoténico, etc. También aporta flavonoides y minerales como hierro, magnesio, fósforo y potasio.

Tiene múltiples propiedades medicinales. Es un buen protector del hígado ayuda a combatir enfermedades hepáticas como la cirrosis, la hepatitis o la ictericia. El ácido linoleico y el oleico ayudan al buen funcionamiento de la vesícula biliar, interviniendo en su capacidad hepato-protectora, mientras que el ácido cafeolquínico estimula la producción de bilis.

Los ácidos que contiene son responsables de reducir los niveles de colesterol en sangre, previniendo la aparición de enfermedades vasculares como la arteriosclerosis y reduciendo la presión sanguínea. De esta forma también disminuye el riesgo de sufrir un infarto o angina de pecho.

La alcachofa rebaja el nivel de azúcar en sangre, ayudando a combatir la diabetes.

Funciona como diurético, ya que ayuda a eliminar el exceso de líquidos de nuestro organismo. Esto la hace muy apropiada para combatir la obesidad y enfermedades que mejoran con la eliminación de toxinas como el ácido úrico. Entre estas se encuentran las enfermedades circulatorias, hepáticas, la gota o la artritis.

Es anticancerígena gracias a su contenido de ácido cafeico, pantoteico y de flavonoides, que previenen el desarrollo de tumores malignos.

En cuanto a su uso externo, es muy eficaz para combatir la sequedad de los ojos, utilizándolo como colirio natural.