
Son conocidas por ser uno de los alimentos anticancerígenos más importantes. Está comprobado que su consumo inhibe la formación de tumores malignos, especialmente en el pulmón. También tienen propiedades muy importantes para evitar la proliferación del cáncer de hígado y vesícula biliar, su contenido en luteína previene el cáncer de colon y su alto contenido en carotenoides ayuda a proteger contra el cáncer de mama. Los flavonoides tienen un efecto quimioprotector sobre el cáncer de cuello de útero. Además hay estudios que demuestran que el consumo de esta verdura retrasa el avance del cáncer de próstata.
La razón por la cual las espinacas son anticancerígenas es que son muy ricas en betacarotenos, precursores de vitamina A. Los betacarotenos son pigmentos vegetales que se transforman en el hígado y en el intestino delgado dando lugar a vitamina A, que al ser un antioxidante ayuda a prevenir el cáncer.

Las espinacas aportan una gran cantidad de luteína, que ayuda a prevenir muchas enfermendades, como la pérdida de visión como consecuencia de la degeneración de la vista o por las cataratas.
Su contenido en vitamina K es muy importante, ya que es necesaria para la coagulación sanguínea y para el mantenimiento óseo. Consumir espinacas ayuda, por lo tanto, a tener unos huesos más fuertes, a frenar las hemorragias y a proteger de la aparición de hematomas.
Contienen ácidos grasos insaturados (oleico, linoleico y alfalinoleico) muy beneficiosos para la circulación, ya que ayudan a eliminar el colesterol y a fluidificar las arterias, impidiendo la formación de placas de ateroma responsables de la arteriosclerosis. Además estos ácidos disminuyen la tensión alta y previenen de ataques cardíacos.
Su alto contenidos en agua y bajo aporte calórico hacen de las espinacas un gran aliado en las dietas para adelgazar. Además proporcionan una gran cantidad de fibra que ayuda a evitar el estreñimiento.

Contienen mucho hierro, lo que las hace ideales en caso de padecer anemia.
Hay que tener en cuenta que el consumo de esta verdura conlleva una serie de contraindicaciones. Las personas que padezcan enfermedades reumáticas o renales no deben consumir espinacas, debido a que su poseen ácido oxálico, que combinado con otros minerales, da lugar a los oxalatos. Estos oxalatos se depositan en las articulaciones en forma de cristales, de manera que empeoran los síntomas causados por enfermedades como la gota o la artritis. Igualmente los oxalatos pueden formar cálculos renales, por lo que sus consumo no es apropiado para aquellas personas que ya hayan sufrido alguna vez este problema.
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